En el siglo XVII y XVIII la moda de beber frío estaba en auge. En Madrid, lugares como la glorieta de Bilbao, conocida durante mucho tiempo como la de los pozos de nieve, se convirtieron en extensos campos llenos de cuevas artificiales y piscinas donde guardar los bloques traídos de la Sierra de Guadarrama. Esta industria ha desaparecido pero quedan recetarios, dibujos y diseños arquitectónicos que nos ayudan a reconocerla.
1 unidad
1 unidad
1 porción
6 unidades
50 gr.
Calentar el azúcar en una sartén hasta formar un caramelo.
Separar las yemas de las claras y mezclarlas con el caramelo ayudándose de unas varillas.
Poner la mezcla en una máquina heladera durante 30 minutos o hasta que el helado comience a coger forma.
Una vez el helado ha cogido la textura deseada, se sirve en una cama de migajas de bizcocho, se decora con flores y se le ralla por encima corteza de limón y corteza de naranja.
Adolfo Solichón fue repostero de la Casa Real y discípulo de la Casa Lhardy. El Arte Culinario se convirtió en un referente para el ornamento de las mesas, la disposición de cubiertos y deberes del anfitrión del siglo XX. En 1906 se publicó una segunda edición con prólogo de Agustín Lhardy y del gastrónomo Francisco Capella.
Ver documento